sábado, 21 de febrero de 2004

Charla-café con Federico Campbell

*Nota aparecida en el periódico Síntesis:
Reconoce que la gente proviene de carreras que no pudieron terminar

El periodismo, un trabajo hecho por gente improvisada, dice Feredico Campbell

En México el periodismo es un trabajo hecho por gente muy improvisada en general, nuestros compañeros periodistas no están lo suficientemente preparados, tienen una formación intelectual mediana y suelen provenir de carreras que no pudieron terminar, comenctó en entrevista Federico Campbell, experiodista y hoy personaje de las letras de nuestro país.

No obstante, el acreedor al premio Narrativa Colima INBA 200 para obra publicada, reconoció que muchos de los periodistas mexicanos provienen de carreras inconclusas, especialmente en las áreas de derecho, leyes o economía. “por ejemplo Julio Scherer o Pepe Alvarado. Alvarado y Carlos Fuentes empezaron a estudiar leyes y no terminaron. En general no está mal estudiar periodismo en las escuelas, pero es un tipo de profesión para la cual te puedes preparar en otros campos del conocimiento”.

El oriundo de Tijuana (1941) recordó de su experiencia personal al trabjo periodístico como una frustración, “siento que los estudiantes de historia terminan siendo muy buenos periodistas, tal vez por el análisis de informaciones pretéritas. Muchos de nuestros mejores editorialistas, ya maduros, han sido historiadores: Daniel Cosío Villegas, Gastón García Cantú, incluso los casos de dos intelectuales que no son santos de mi devoción, como Héctor Aguilar Camín y Enrique Krauze, que tienen formación de historiadores.

La experiencia laboral dentro del periodismo llevó a Federico Cambell hasta converstirse en corresponsal informativo de Washington. El hecho de trabajar muy cerca del poder y relación de éste con el periodismo, la criminalidad y la política. Actualmente reconoce que el oficio no está necesariamente ligado a la criminalidad: “el complejo de las relaciones humanas y de todo lo que se llama la sociabilidad está impregnado de muchos modos de ser de cada uno de los individuos en interacción. En todo grupo humano profesional hay competencias, celos, traiciones e infidelidades, también hay luchas idealistas”.

En este sentido, el también exestudiante de Derecho y Filosofía y Letras en la UNAM, recordó la lucha por la libertad de expresión que libró junto con otros colegas de la revista “Proceso” después de salir de “Excelsior”: “en esos años, un poco ingenuamente, sí se luchaba y se hacía periodismo por amor a la camiseta, a ciertos valores, por el ideal de abrir brecha a las siguientes generaciones, que ya encontraron el terreno un poco más barbechado… A lo mejor fueron actitudes muy románticas, juveniles”.

Dentro de todo, Campbell aceptó que el peridosimo puede ser una pasión, “porque los seres humanos son interesantes, todos, en el señor que va ahí caminando hay una historia, las ciudades y los pueblos son sitios llenos de historia, lo que falta es saberlas encontrar. En muchas regiones del país se hace un periodismo ignorado a la gente de los pueblos, se excusan con que no ha salido el boletín y no, el periodista tiene que salir a los pueblos, tiene que salir a tocar puertas, a hablar con la gente, el periodismo se hace en la calle. Citando al periodista polaco Richard Kapuscinski: en la realidad hay personajes mucho más interesantes que en la ficción literaria”.

Usted ha dicho que con los años se va perdiendo la capacidad de la ilusión. ¿continúa viéndolo así?

- La ilusión es propia de la juventud, ser joven es tener una gran capacidad de ilusión que se desvanece con los años, pero no necesariamente termina en la extención de la esperanza y la fe en ciertos valores, una persona madura de 60 años puede ser muy séptica y muy pesimista, por el mero hecho de escribir ya es optimista, porque es mentira que haya escritores pesimistas. El hecho mismo de escribir ya es perder la esperanza de que le mensaje dentro de la botella va a llegar a la playa allende los mares, entonces escribir es una manera de ser optimistas.

¿Hay que evitar el preocuparse de más por los políticos?

- La grandeza de los países no está en los gobernantes. Si nosotros juzgamos a México por sus gobernantes nos deprimiremos mucho, porque vemos resultados muy pobres, vemos un país mediocre, de quinta fila, un país fracasado en su proyecto. Sin embargo, si nos vamos con la gente de la calle te das cuenta que hay mucho corazón.

¿Cree que los pueblos tienen los gobernantes y los medios de comunicación que se merecen?

- Yo creo que en esos términos México se merece algo peor, se merece un Pinochet. Gracias a Dios, por que es muy tolerante, hemos tenido un PRI, un Fox, porque si a esas vamos, si decimos qué clase de gobernante merece la sociedad mexicana, dices que merece lo peor. Porque es una sociedad muy cobarde, muy indiferente… Una sociedad que no se indigna por un torturador, no le interesa en lo más mínimo que se recupere la memoria histórico-política más reciente y se castigue a los asesinos. A la mayoría de las personas les preguntas por el arresto de Nazar Haro y te dicen “perdón ¿quién es Nazar Haro?... ¿Qué clase de sociedad es esa?; esa sociedad merece algo peor que Fox.

Dice Federico Silva que para un pueblo lo más importante es preservar su memoria y que actualmente vivimos una especie de halzheimer generacional, ¿tiene cura esta enfermedad o vamos directo a un barril sin fondo?

- Francamente la esperanza está en la gente, pero tenemos una gran tragedia: la esperanza en México y en muchos países son los jóvenes, pero en nuestro tiempo la gran fuerza imaginativa, la fuerza laboral, sexual, física, de salud de México acaba en el extranjero, esa es una de las grandes desgracias nacionales. Es para morir de la vergüenza y de la tristeza que la mayor cantidad de jóvenes mexicanos de toda esta generación está trabajando de criados.

¿La globalización para México es como para dar apariencias en el marco global?

- Esto de la globalización no sé si es bueno o es malo por que hay cuestiones de la economía que no manejo bien. Lo que estoy sintiendo es que, ahora que México se ha quedado sin bancos, ya no hay banco ni hoteles no gasolineras mexicanas, las gasolineras son inglesas. Dicen algunos periodistas que siempre están defendiendo a la clase dominante que si los bancos son extranjeros no importa que importa que el cliente de los bancos sienta seguro su dinero y funcione bien su tarjeta de crédito, no importa si el dueño del banco sea chino o Carlos Slim. Un general chino decía: “a mí no me importa que el gato sea blanco o negro, me importa que el gato cace ratones”. Si vivimos con ese pragmatismo hoy tan de la cultura estadounidense, nos vamos a individualizar y a deshumanizar.

¿El poder está acaparado por los grandes medios de comunicación o se está dando el paso?

- En gran parte. Vivimos en un país donde se supone que existe el estado. Yo tengo mis dudas de que en México todavía exista el estado, porque el esquema de estado-nación ya no existe. En nuestra estructura vivimos otros gobiernos, no sólo nos gobierna el poder legalizado en el estado, también nos gobierna nuestra vida cotidiana y la banca extranjera que se ha apoderado del país… Y también nos gobiernan los medios.

(Israel Flores Cerezo)
Síntesis
22 de febrero de 2004

No hay comentarios: