martes, 16 de diciembre de 2003

Nota aparecida en el periódico Síntesis: "Periodismo y literatura, al mismo nivel ya que su herramienta de trabajo es la misma: la palabra escrita."

Ruvulcaba: no hay hijos bastardos ni hermanastros ni padres putativos en la literatura.

Periodismo y literatura, al mismo nivel ya que su herramienta de trabajo es la misma: la palabra escrita.

En torno a una mesa, que no de cantina, cuatro alegres bohemios disertaron sobre la paternidad del periodismo en las instalaciones de Profética, la Casa de la Lectura, donde contra viento y frío se propuso la discusión ¿El periodismo, hijo bastardo de la literatura? Ante un público ávido de palabras, los escritores-periodistas Víctor Roura, editor de cultura de El Financiero; Mariano Morales, director de Síntesis Puebla, y el académico Frank Loveland, como moderador de la mesa, buscaron acuerdos entre sus experiencias para definir una ancestral discusión.

Las coincidencias fueron varias y giraron en torno a las definiciones, el primer acuerdo fue que ambos, el periodismo y la literatura deben estar al mismo nivel ya que su herramienta de trabajo es la misma: la palabra escrita. Otro acuerdo fue que el periodismo es literatura que se rige bajo esquemas y reglas propias, y que está sometido a la ética y al servicio social. Ambos trabajan con el acontecer diario y con la imaginación fantasiosa, además de que el periodismo a diferencia de la “literatura” se somete a tiempos estrictos de escritura y publicación, lo que requiere de mucho oficio y manejo del lenguaje.

Tanto los libros de Ruvalcaba como los de Mariano Morales han sido imaginados –comentó Roura para Síntesis- no hay pues hijos bastardos ni hermanastros ni padres putativos en la literatura. La imaginación es literatura y entre ésta y el periodismo hay una fusión como en el jazz. Que hacemos sino literatura en la vida diaria hasta cuando mentimos, porque es imaginación, la hacemos aunque no necesariamente la escribamos. La literatura, continúa Roura, es sólo una y consiste en contar lo que uno siente y piensa. Yo creo que el que escribe siempre está contando las circunstancias que le rodean y está tratando de decir la verdad de lo que le tocó vivir.

Mariano Morales recordó la cita de que “el lenguaje es la gramática del pensamiento” y que el periodista tenía que estar escribiendo las 24 horas de día. Pensamos, tenemos las imágenes en la mente y lo hacemos lenguaje, expuso. El periodismo es una disciplina que exige mucha imaginación, mucha fantasía y destreza literaria para hacerlo bien, porque no podemos vender gato por liebre en nuestras notas periodísticas –sentenció tras su vaso de Barcardí blanco campechano-el periodismo está sujeto a la objetividad y al acontecer diario, mientras que en la literatura tenemos las alas completamente libres y volamos hasta donde se pueda llegar; se tiene sólo la frontera de la imaginación como límite. Aunque finalmente toda la imaginación y la fantasía son trabajo, es lecturas, vida.

Literatura y periodismo –dice Mariano – nacen del mismo origen, del mismo deseo de las personas de expresar lo que ven, lo que creen y lo que sienten. Pero también tienen sus diferencias técnicas como las tendrían entre la poesía y la novela. Se dice que el periodismo es literatura bajo presión, finalizó. La materia prima del escritor o del periodista es –abundó Ruvalcaba – la palabra. Es un vínculo y ambos escriben sobre las circunstancias que los rodean. La verdad de las cosas es que los bastardos somos nosotros, las personas, los lectores. El periodista somete a la palabra escrita a su propia tabla de valores y el escritor lo hace con absoluta libertad y no le importan los aspectos políticos o sociales. El periodista tiene como fin una misión civil, es un profesional en la palabra escrita, pero no un autor veleidoso.

Realmente los escritores desprecian a los periodistas, abunda Eugenio, porque no saben lo que significa someterse a escribir a diario con ese ritmo. Este es un tema interminable, confiesa en exclusiva, pero creo que el escritor tiene mucho que aprender del periodista, porque este último vive de la escritura diaria y el escritur hace muchas cosas antes que vivir de su escritura. El frío seguía allí, el encanto de las palabras se diluía entre las copas de anís y ron que desfilaban frente a los escuchas y tras los micrófonos; las preguntas no se hicieron esperar hasta que se escupió la siguiente: “¿A qué hora termina esto?”, ante tal estupidez la magia terminó y no quedó más que hacerse a un lado porque levantaban las sillas para que el pato tomara de nuevo su lugar.

Joaquín Ríos Martínez
Síntesis
16 de diciembre de 2003

lunes, 15 de diciembre de 2003

Nota aparecida en el periódico Intolerancia: "Hay una decadencia atroz en el periodismo cultural: Víctor Roura."

Hay que “mandar por un acueduto a los periodistas que no lo son”, asegura el columnista de El Financiero

Hay una decadencia atroz en el periodismo cultural: Víctor Roura.

"El periodismo no es ningún hijo bastardo de la literatura”, afirmó enfático, Víctor Roura, editor de la sección cultural del diario El Financiero. El periodista estuvo en Puebla, invitado por Profética, para debatir en torno a un tema: “El periodismo, ¿hijo bastardo de la literatura?”.
En la mesa donde estuvo Roura, le acompañaron su amigo, y también columnista de El Financiero, Eusebio Ruvalcaba; Mariano Morales, director editorial de Síntesis; y el moderador Frank Loveland.

La plática, salpicada de anécdotas personales de cada uno de los ponentes, se extendió por más de una hora en el patio de la antigua Casa de la Limpia, donde el público asistió puntual y fue participativo.

Morales, alumno de Roura en un taller sobre periodismo aquí en Puebla, dio más tiempo a los invitados de la ciudad de México, pero antes de la mesa redonda, Roura accedióamablemente a responder algunas preguntas respecto al tema de esa noche del viernes, a quien esto escribe.

He aquí la charla:

- ¿Qué necesita el periodismo actual para ser verdaderamente cultural?

- Mucho. La verdad es que la gente cree que el periodismo cultural está en ascenso y es una mentira: hay una decadencia atroz, y la gente que quiere cerrar los ojos, es su problema, pero la verdad es que el periodismo cultural en México está en decadencia absoluta desde hace mucho tiempo. La gente que hace periodismo nuevo, que llega a los periódicos está anclada en los aprendizajes de Fernando Benitez, de Carlos Monsiváis, la mafia, quién publica y quién no pública, y eso sigue continuando, lamentablemente.

- ¿Y por lo menos está bien “digerido” ese “formato” a lo Benítez o a lo Monsiváis?

- No, no. Lo que si hay es como un núcleo enfermizo de amigos, conocidos, donde no cuenta nadie más. Tienen temor en que alguien venga a suplirlos. Eso me parece muy grave pero es un hecho. Tengo que repetirlo: la circunstancia cultural en México está decadente; no hay ningún suplemento, no hay nada donde uno pueda apreciar las cosas con las que, de verdad, pueda uno instruirse colectivamente. La verdad.

Que 15 años no es nada – Ahora que mencionas los suplementos, ¿por qué en 15 años de existencia El Financiero nunca sacó un suplemento cultural?

- El Financiero, desde que yo llegué ahí, tenía la idea de hacer una sección de cultura, que puede ser un suplemento cultural, lo que pasa es que la gente no está acostumbrada a verlo como lo hacemos en este periódico: yo saco a la semana una sección de literatura, y nadie la nombra. Entonces eso es una cosa muy arcaica: “tiene que ser un suplemento para hacer una sección de poesía”, y no es cierto: uno puede hacerlo cotidianamente, pero la gente está acostumbrada a lo benitecianamente. Eso es un error. ¿Pero cómo lo vas a quitar de ahí si quieren leer La Jornada, el Reforma, y ese tipo de cosas? Es absurdo.

- Entonces ¿cómo renovar este periodismo cultural?

- Mandar por un acueducto a los periodistas que no lo son. Si uno hiciera un examen riguroso de periodismo en México, de quien es periodista, tendríamos que echar, gravemente, a un 80 por ciento de los periodistas. Pero nadie lo hace, ¿sabes por qué? Por conveniencias, intereses, amiguismos, sindicalismo.

- Y en el terreno cultural sucede igual…

- Es lo mismo: hay periodistas culturales que no saben, siquiera, quién es García Márquez, lo conocen de foto, porque aparece en la televisión. Eso es gravísimo, pero eso es lo que sucede.

- Otra cuestión es aquella justificación de quienes dicen ir contra el tiempo (que siempre sucede en el periodismo), les impide escribir bien, redactar bien…

- No, es una mentira. El que escribe bien, escribe bien, y el que no escribe bien no va a escribir nunca bien. El que va a asistir a un taller de literatura puede ser periodista o escritor dentro de diez años, pero no en el momento. Lo importante es saber escribir. Eso es todo.

- En tres años de foxismo ¿crees que ha cambiado en algo?

- No, en absoluto. Sigue peor el país. El cambio no existe. Eso todos lo sabemos. Tenemos al presidente más torpe que hemos tenido en la historia de México: es un presidente que sólo quiere casarse, y quiere tener todo el dinero para sí, y sin saber nada. Nos controlamos sólo, eso lo sabemos muy bien. Así es que parece chiste la declaración (del cambio). Pero todo mundo lo sabemos.

- En el décimo quinto aniversario de El Financiero, ustedes han publicado libros. ¿Cómo han sido recibidos?

- Una: los lectores entienden lo que es la lectura y se han vendido los libros. No tiramos diez mil ejemplares como Alfaguara, pero tiramos 500 , 300 ejemplares y la gente los compra, no en el sentido de la venta, en el sentido de la lectura, y eso es muy importante para nosotros. No queremos hacer lucro de lo que estamos haciendo, queremos entregarle al lector algo que no puede encontrar literariamente en otros lados, eso es lo que nos interesa, la verdad.

- ¿Y crees que se acaben algún día las mafias literarias?

- No. Van a funcionar toda la vida.

- Lo cual, va impedir que avance el periodismo…

- Va impedirlo, siempre, toda la vida, porque ellos son los que tienen el poder en las coyunturas políticas, en las conyunturas culturales, en las becas, en todo este tipo de situaciones.

“Siempre, siempre van a existir esas mafias, a menos que llegue realmente un político (al poder) en México, lo cual veo muy dificil en muchos años.”

(Moisés Ramos Rodríguez)
Intolerancia
15 de diciembre de 2003

sábado, 13 de diciembre de 2003

Nota aparecida en el periódico Reforma: "Tienen poblanos casa de lectura"

Tienen poblanos casa de lectura
Por Patricia Cordero


Un recinto del siglo 17 alberga Profética, biblioteca especializada en literatura con 8mil títulos en su acervo

Desde julio pasado la ciudad de Puebla alberga cerca del centro histórico una biblioteca pública especializada en literatura y nombrada por su director, José Luís Escalera, y los socios fundadores, Profética.

“Queremos que Profética sea un espacio de acercamiento entre la literatura y las personas, para no ver a la lectura como algo aburrido, tedioso o difícil, sino que podamos ofrecer esta opción para ocupar tu tiempo”, afirma Escalera.

La Casa de la Lectura, como suele llamarla cariñosamente, se ubica en las calles 3 Sur y 7 Poniente. Es un recinto que data del siglo 17, encontrado casi en ruinas y restaurado en dos años por los arquitectos Gonzalo Gómez-Palacio y José Miguel Gutiérrez Sansano.

La biblioteca posee a la fecha un acervo de 8 mil títulos en estanterías, aunque en realidad cuenta con un espacio para 30 mil. En un principio los fundadores adquirieron 5 mil ejemplares totalmente nuevos y han recibido el resto por donación de los poblanos, así como del instituto de cultura del estado y otras instituciones.

También cuenta con cafetería y librería, esta última operada por un convenio con Educal, del consejo nacional para la cultura y las artes (CONACULTA).

“La idea es que el lugar se sostenga con el dinero que se obtenga de las ventas en la librería y cafetería”, explica el fundador, quien asegura que el hecho de trabajar como una sociedad civil y como iniciativa privada les otorga libertad e independencia.

“Operamos como una asociación civil sin fines de lucro. Funciona con los socios, que marcan la pauta de las actividades y las cosas que suceden en Profética, como los cursos, talleres y conferencias que ofrecemos”, añade.

El inmueble tiene 400 metros cuadrados destinados a la librería, 600 a la biblioteca y 300 mas para el patio y cafetería. La librería es, hasta ahora, la mayor en Puebla y la segunda más grande auspiciada por CONACULTA, después de la auspiciada en el Templo Mayor.

Al recinto no sólo acuden jóvenes estudiantes de preparatoria o universidad, también gente de la tercera edad, adultos, niños, amas de casa y profesionistas. “El perfil del lector es amplio, heterogéneo. Recibimos alrededor de 150 personas a la semana y ven en Profética como algo que hacía falta en Puebla”, detalla el promotor cultural.

El rescate del recinto y la apertura de una “casa de lectura” de tal magnitud son las cosas que mas llaman la atención de los habitantes de la Angelópolis.

“El numero de usuarios semanales en la biblioteca es interesante y la librería es la mas grande en metros cuadrados y en numero de ejemplares a la venta, de 40 a 50 mil disponibles”.

“La lectura no es una moda. Si lees algo que te asombra, que te maravilla, que te cuestiona, te mueve el tapete o pone en duda tus certezas, difícilmente será objeto de moda”, agrega Escalera y agrega que para el leer es algo vital.

Entre los planes para el año que está por comenzar, se espera aumentar el acervo bibliotecario a 18 mil libros, concretar el proyecto de una cabina de grabación para impartir un taller sobre la voz, además de continuar con conferencias y presentaciones de libros.

“Profética es un proyecto nuevo que apenas está dándose a conocer y tiene muy buen trecho por recorrer”, comenta.

Escalera invita a los interesados en donar ejemplares de cuento, novela, teatro y poesía, a ponerse en contacto con el para incrementar el acervo de la biblioteca.
Patricia Cordero
Reforma
13 diciembre 2003

viernes, 12 de diciembre de 2003

Debate entre los escritores y periodistas: El periodismo ¿Hijo bastardo de la literatura?

* Nota aparecida en el periódico Intolerancia:

No hay lectores más traicioneros que los de un periódico: Eusebio Ruvalcaba.

El desprecio de los periodistas

La mesa redonde había causado gran espectación.
Ya desde el el mismísimo título se imponía una sensación de duelo de espadachines, una confrontación mediada entre la elegancia retórica y la pasión futbolera.
El título de la mesa redonda colocado como pregunta “¿El periodismo, hijo bastardo de la literatura?”, suscitó reacciones disímbolas.
Las más discretas pretendían responder la pregunta con un potente “sí”. Sí, la literatura es una madre sobreprotectora que en un acostón se embarazó de periodismo y dio luz a ese engendro bastardo que por moral la exvirginal literatura no pudo abortar. Otras, ya con un sabor a escepticismo miraban en esa pregunta, en la forma misma de la pregunta, una trampa, una afirmación suspendida en el aire, algo que al ser preguntado pretendía ya una afirmación. A final de cuentas, sí existía algo sólido y firme denominado “literatura” y otra sustancia igualmente clara y distinta, llamada “periodismo”.
Todos imaginábamos que el viernes, el día de la mesa redonda podría disiparse la genealogía del periodismo y qué relación familiar jugaba con la literatura.
- Oiga, a usted lo conozco- Yo lo leía en la sección cultural de El Financiero. Me acuerdo una vez que escribió que sus alumnos de comunicación de la Ibero, allá en Santa Fe, eran unos inútiles.
- Ah. ¿Yo escribí eso? – Respondió Eusebio Ruvalcaba, participante en la mesa redonda.
- Sí, usted lo escribió, además también escribió que en lugar de hacer revistas culturales, había que darle a oler los dedos a una mujer después de mear.
- Oiga, yo pensé que usted era más joven.
- Ah. Eso piensa todo el mundo.
***

Con la ausencia de Jaime Avilés, Victor Roura –editor de la sección cultural de El Financiero – y Eusebio Ruvalcaba –escritor y periodista – debatieron sobre la bastardía del peridismo.
Roura elogió, entre chistes al estilo Polo Polo y presunciones de su flamante vida erótica, la libertad del escritor y su capacidad lúdica. Ruvalcaba atinó a decir “Los escritores desprecian al periodismo. Pero no hay lectores más traicioneros que los de un periódico.”
Moderó la mesa Frank Loveland. Representando a los medios poblanos participó Mariano Morales ante un público heterogéneo en Profética: poetas y escritores, el público asiduo a esta librería, la novedad nocturna fueron los reporteros de los medios locales que asistieron sin la presión de la nota, pero con el chisme en la sangre para saber quién parió el periodismo.
Victor Roura – rochstar del periodismo cultural – fue el primero en tomar la palabra. El editori del suplemento cultural de El financiero abrió fuego diciendo que, en literatura, el escritor encuentra libertad para su trabajo.
Frank Loveland, coordinador de la Maestría en Letras Iberoamericanas de la Ibero Puebla, moderaba la mesa por la orillita ante la hegemonía verbal de Roura y la ansiedad del público reunido en Profética.
Para el novelista Eusebio Ruvalcaba, tanto el periodismo y la literatura estan hermanadas en el momento en el que se le mete “tijera a los textos”, periodista y escritor se unen cuando ya sea por cuestiones editoriales o por asunto temático. El periodista ve y describe, el periodista ve y habla. Un escritor como un periodista siempre está escribiendo, pero uno se ciñe a la verdad y otro da rienda suelta a la imaginación, dijo Roura.
La literatura, en palabras de Roura, permite una gran libertad creadora, dijo el editor cultura.
Roura se destapó. Ya entrado y conectado con el público el escitor y poeta se lanzó en contra del escritor nacido en Puebla, Sergio Pitol, de quien dijo, las novelas que escribe no son novelas; también aprovechó para señalar que el periódico izquierdista La Jornada – punto de referencia de los escritores mexicanos - , posee una dirección autoritaria.
Roura dijo que si hay jazz fusion, entonces el periodismo es como si fuera la fusión entre el jazz y la cumbia. Sólo que no aclaró cuál es cuál.
Por su parte, Eusebio Ruvalcaba enlistó las dificultades del periodista: un tiempo límite y un espacio límite. Ruvlacaba explicó que, para el periodista, la escritura se mide en caracteres, en un tiempo en el que hay que entregar y es un ejercicio que exige una gran disciplina.
La mesa terminó sin ninguna conclusión. Roura dormía la mona, demostrado de facto que lo que une, algunas veces, a escitores y a periodistas es el bacalacho."


Mario Martell
Intolerancia
14 de diciembre de 2003








jueves, 11 de diciembre de 2003

Presentación del libro "El cielo de los leones" de Ángeles Mastretta


"Vivo con otra yo que me está mirando todo el tiempo y es poco condescendiente: Mastretta"



De sus miedos, sus deseos, sus sueños, sus gustos literarios y sus escasas ambiciones económicas, entre otros temas, habló la escritora Ángeles Mastretta, en su segunda aparición aparición pública en su ciudad natal, luego de haber recibido el doctorado honoris causa por la Universidad Autónomo de Puebla en el mes de junio pasado.

Pero esta vez compartió más con sus paisanos, en un íntimo, sintiéndose en casa, en la restaurada Casa de la Limpia, donde se ubica Profética, durante la presentación de su libro El cielo de los Leones, del que leyó únicamente dos textos y el resto del tiempo se dispuso a conversar respondiendo primero a preguntas que ella misma se formuló y luego a las de los asistentes.


'Soy escritora porque no me queda otro remedio, porque me hubiera gustado ser ingeniero o cantante, pero esto es lo que supe hacer", aclaró. Comentó que desde salió Arráncame la vida, su primera novela (1985), ha escrito seis libros más, y siempre se encuentra a gente que le cuenta historias que quisiera haber escrito, pero si les hubiera hecho caso a todos ya tuviera como 25 libros.



Sin embargo 'las historias que uno escribe son las que le duele, lo arrebatan o le recuerdan a otros', además, uno no escoge los temas, los temas lo van a uno escogiendo, 'porque atoras el rebocito, y ahí te quedas'Así, dijo, le pasó con Mal de amores, 'se me ocurrió porque tenía esa semilla adentro y germinó...Emilia Sauri -el personaje principal- no existió, pero yo la imaginé dándole de comer a las gallinas y luego empecé a contar la historia de una mujer que está enamorada de dos hombres; uno escribe finalmente para realizar sus deseos, para hacer lo que no puedes hacer en la vida real.'
Más tarde, en entrevista, la ganadora del premio Rómulo Gallegos confesó que es demasiado exigente con lo que escribe y publica, de ahí que sólo haya públicado seis libros en los últimos seis años, de los cuales sólo tres son novelas. 'Soy exigente, y una parte de la exigencia se deriva del miedo. Vivo con otra yo que me está mirando y es poco condescendiente'. Contó que el año pasado escribió 300 páginas de una novela con la cuál aún no ha quedado satisfecha. Quizá se debe a que la historia se ubica en el Distrito Federal, ante lo cuál está pensando en la opción de venir a escribirla a Puebla.

Una de las cosas más importantes que necesira hacer cuando escribe es oír, porque le obsesiona cómo se oyen los textos, entonces lo lee a solas y los corrige hasta que le satisface el ritmo porque "me estoy volviendo demasiado barroca, es una obsesión..."

En cuanto a su manera de trabajar, mencionó que todos los días escribe en un anecdotario, pero eso no lo publica; de ahí saldrá algo, algún día pero mientras le preocupa que 'la energía creadora que debería tener para hacer una novela la dejo ahí'.

Sus autores favoritos son l inglesa Jane Austen, por quién tiene una enorme devoción, y la danesa Karen von blixen, conocida como Isak Dinesen, quién estuvo nominada al Premio Novel.

Respecto a la posible filmación de Arráncame la vida, su primera novela, declaró que ya ha vendido los derechos tres veces. La última compañía que los compró fue Altavista, la productora de Amores Perros; los tienen por cinco años, sin embargo, el costo se calcula en 6 millones, lo que resulta muy alto para una película mexicana, por ello no se ha podido concretar.

La exitosa escritora, de cuya novela Mal de amores, han sido vendidos un millón de ejemplares y dos millones en el resto del mundo, admitió que vive de sus regalías y dispone de todo el tiempo necesario para escribir, pero no cede a la tentación de algunas editoriales que buscan comprarle los derechos por adelantado de un libro en proceso, por esa exigencia de la que habló líneas arriba. "No quiero vivir como multimillonaria, tengo lo necesario para vivir: una casa, dos hijos y muchos amores..."

Amelia Domínguez, La Jornada de Oriente

Nota aparecida en el periódico Síntesis: "Discutirán en Profética el vínculo entre el periodismo y la literatura"

* Nota aparecida en el periódico Síntesis:
"Discutirán en Profética el vínculo entre el periodismo y la literatura

Con el objetivo de discutir una serie de ámbitos temáticos, entre ellos las posibilidades formales del periodismo, los topes de la literatura realista del siglo XIX y la persistencia de sus recursos en el periodismo, así como los contenidos de las estructuras: (¿puede un narrador objetivo y monológico dar cuenta de una realidad plural?), etcétera, Profética ha convocado a diversos periodistas a discernir sobre estos temas el próximo viernes 12 de este mes.

En dicho encuentro participarán los periodistas culturales y escritores Jaime Avilés (La Jornada), Mariano Morales (Síntesis), Víctor Roura (El financiero) y Eusebio Ruvalcaba (El financiero), y como moderador el académico Frank Loveland, coordinador de la maestría en letras iberoamericanas de la Universidad Iberoamericana; quienes informalmente y con un espíritu más festivo que docente, intenarán armar una polémica con distinguidos escritores-periodistas sobre las relaciones entre la escuela literaria, con sus prácticamente infinitos modos de construcción verbal, y la escritura periodística y la pasión informativa."

(Joaquín Ríos Martínez, Síntesis)

martes, 9 de diciembre de 2003

viernes, 5 de diciembre de 2003

Presentación del libro “Disparatario V” de Miguel Campos Ramos


¿Se dice 'predeciría' o 'prediría'?

¿'Expander' o 'expandir'?

¿'Bendijeron' o 'bendicieron'?

¿'Trayera' o '¿trajera'?

¿'Satisfacerá' o '¿satifará'?

¿'Concerta' o 'concierta'?

¿'Convinimos' o 'convenimos'?

¿'Camuflajéate' o 'camufléate'?

¿'Alíneate' o 'alinéate'?

¿'Lloviendo' o 'lluviendo'?

Las respuestas a estas preguntas y las que el lector podría plantearse respecto a las conjugaciones difíciles de otros 127 verbos, están en este libro.

Con explicaciones sencillas, claras, prácticas y amenas para facilitar la comprensión y el aprendizaje. Disparatario V es ideal para todos los niveles escolares: en preprimaria, porque los pequeños pueden colorear las caricaturas y de paso iniciar su relación con los verbos; en primaria, porque los niños empiezan a estudiar las conjugaciones, pero las pueden aprender divirtiéndose con las travesuras de Vavalito y sus amigos; y en secundaria, preparatoria y niveles superiores, porque se sientan las bases idiomáticas para una buena expresión cuando ya se es profesionista.

Claro, también es un libro para quien, sin ser estudiante, tiene interés en causar buena impresión al hablar o escribir.

DISPARATARIO V es, en fin, un manual para resolver el problema de las conjugaciones verbales difíciles.