"Ésta es una novela vertiginosa que hay que leer bien sentado y con tiempo por delante, por si no podemos evitar leerla de un solo trago.
Es cómica, es irónica; es dura, pero muy lírica; en sus páginas el sexo y los alimentos flotan, vuelan, exhalan quizá como en ningún libro –y al mismo tiempo, es una novela conmovedora sobre la hermandad y sobre el amor."
Lo anterior, no sólo resume el espíritu de la novela, sino también, de su autor, José Ramón Ruisánchez y de los amigos con los que se hizo acompañar para la presentación de su libro "Nada cruel" en Profética, Casa de la Lectura.
Previo al evento, Ruisánchez realizó un par de entrevistas a Oswaldo Zavala y Eduardo Montagner en la biblioteca de Profética para su programa telvisivo "Entre líneas". Posteriormente, bajó al patio de la Casa de la Lectura para hacerse acompañar de Ignacio Sánchez Prado, Tamara Williams y Oswaldo Zavala.
José Ramón Ruisánchez entrevistando a Oswaldo Zavala
Tras dar la bienvenida al público, José Ramón Ruisánchez introdujo a sus presentadores. El primero de ellos en hablar, Ignacio Sánchez Prado, se planteó el explicarle a la audiencia cómo es José Ramón Ruisánchez como escritor en la literatura mexicana. Calificó a Ruisánchez como "el escritor más productivo de los nacidos en los setenta hasta ahorita"; remarcó el rasgo del autor de haber comenzado a escribir y producir tan joven. "Tiene novelas bastante excéntricas con títulos bastante excéntricos", continuó, mientras enumeraba las obras del escritor.
Ignacio Sánchez Prado
"La experiencia del mexicano veinteañero que emigra a los Estados Unidos, no a lo que tradicionalmente se identifica con la migración (...) sino a estudiar", fue la manera en la que Sánchez Prado comenzó describiendo el argumento de "Nada cruel". "¿Qué significa habitar este espacio norteamericano, que no es el espacio de las maquilas, no es el espacio rural, tampoco es el Nueva York de los viajeros, sino que es el campus...", prosiguió para explicar lo que significa ser un estudiante latinoamericano en una universidad estadounidense, como el protagonista de la novela. Alabó también la capacidad del autor con el manejo del humor y para finalizar, dijo: "Es muy peligroso ser amigo de Joserra porque lo pone a uno de personaje en sus trabajos y yo soy personaje de un cuento...", en relación a la construcción de personajes.
Tamara Williams, profesora del departamento de Literatura e Idiomas de la Pacific Lutheran University e investigadora de estudios de género y masculinidades, fue la siguiente en tomar el micrófono. Williams, realizó un estudio acerca del concepto de masculinidad en el personaje protagonista de la historia Santiago, "el hermano que siempre dijo que sí y un día dijo que no", en contraposición con su hermano Raúl, "el que sí escribe, que es el paradigma del ánimo hipermasculino, que controla y ordena y que como su padre es autor de infamias indecibles".
Tamara Williams
"Lo que más llama la atención de Santiago es la soltura con la que éste cruza las fronteras de la masculinidad anunciada por el mexicano", prosiguió Williams, para explicar que el matriomonio del protagonista con Ana (otro de los personajes de la novela) es tan sólo un refugio temporal en la huída de un pasado triste y aterrador.
En el lado opuesto del protagonista se encuentra su hermano Raúl que sí escribe y que es, en palabras de la investigadora, además de la representación de la hipermasculinidad, "el hermano para quien la falta de hondura es compenzada por el tamaño de su miembro". De parte de Santiago, el querer escribir, es el querer ser como su hermano y como su padre, todo aquello que no es, ocupar su lugar.
Otro de los personajes a destacar en la novela por Tamara Williams es el de Kweelen, amiga del protagonista, quién es la encargada de balancear a los opuestos a través del diálogo. Williams concluye diciendo: "Empecé esta lectura mencionando otro libro que me acompañaba junto con 'Nada Cruel', que era 'Materia dispuesta' de Juan Villoro; en ambas novelas los protagonistas, Mauricio, el que prefiere el lado suave de la toalla y Santiago, el que siempre dice que sí y una vez dijo que no y no escribe, abren el camino a un discurso alternativo sobre la masculinidad mexicana actual. (...) Ambas revelan una perspectiva masculina decididamente postpatriarcal que afloja la armadura del habitus sociogenérico y, de paso, construye un pasadizo, una galería que complica la cartografía del deseo masculino en la narrativa mexicana contemporánea."
Oswaldo Zavala fue el último de los presentadores en hablar. Comenzó diciendo que, al contrario del título de la novela, el autor hace y dice cosas muy crueles, como darle el manuscrito anterior de la novela, con personajes que han aparecido o desaparecido de la misma, y acotó que su texto, más que un análisis, era una confesión. Una de las primeras imágenes en venirle a la cabeza al escuchar el título de la novela fue el poema trágico "Ifigenia cruel".
Oswaldo Zavala
Zavala habló de los encuentros de los personajes en las microciudades, pequeños espacios discursivos geográficos que salvaguardan identidades en movimiento. Explicó que el protagonista de la historia decide salir de México para huir de su perversa genealogía.
"La microciudad erótica de 'Nada Cruel' es la posibilidad de otro territorio plural liberado, nuestro héroe trágico violenta el sino inmoral de su hermano", prosiguió Zavala. Retomando elementos de la novela, Zavala concluyó su participación diciendo: "Aunque nosotros digamos que no, terminaremos diciendo que sí, ay cabrón, indeed."
Para finalizar la presentación, José Ramón Ruisánchez agradeció al público y a los presentadores por haber asistido y ofreció un brindis de mezcal, no sin antes leer el segundo capítulo de su novela.
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